 La directiva presidida por Carlos del Río Herrero confió en José Luis Saso como entrenador y en una mezcla de jóvenes talentos, entre los que destacó Emilio Morollón, y de jugadores experimentados, como Coque, francia camiseta mundial que regresaba a casa tras su frustrado paso por el Atlético de Madrid. Con una capacidad aproximada de 57.000 espectadores, es uno de los más grandes del país. En 1925 pasó a llamarse El Madrigal, por estar situado el campo en la partida del término municipal del mismo nombre.
 La directiva presidida por Carlos del Río Herrero confió en José Luis Saso como entrenador y en una mezcla de jóvenes talentos, entre los que destacó Emilio Morollón, y de jugadores experimentados, como Coque, francia camiseta mundial que regresaba a casa tras su frustrado paso por el Atlético de Madrid. Con una capacidad aproximada de 57.000 espectadores, es uno de los más grandes del país. En 1925 pasó a llamarse El Madrigal, por estar situado el campo en la partida del término municipal del mismo nombre.
















