El mero hecho de estar en torno a un fundador carismático permite que aflore el sentimiento de formar parte de algo especial. En agosto de ese año, los dirigentes desmintieron los rumores de embargos a los bienes del club, mientras que Rodríguez descartó una posible intervención a la «U» por parte de la Asociación Central de Fútbol. Sin embargo, para poder solventar al club económicamente, los dirigentes decidieron rebajar, en un porcentaje considerable, los sueldos de los integrantes del cuerpo técnico, así como el de muchos jugadores.